21/10/10

¿Qué es el juego? según Froebel, Huizinga y Scheines

Qué es el juego para cada uno de los autores de “Tres voces en juego, Froebel, Huizinga, Scheines” Para Huizinga el juego es más viejo que la cultura, la cultura brota del juego, es juego y se desarrolla jugando. Es una acción y ocupación libre que se desarrolla dentro de unos límites temporales y espaciales determinados según reglas absolutamente obligatorias, aunque libremente aceptadas. Es una acción que tiene un fin en sí misma y que va acompañada de un sentimiento de tensión y de la conciencia de “ser de otro modo” al de la vida corriente. Puede ser considerado como uno de los elementos espirituales más fundamentales de la vida. El juego es ante todo una actividad libre. El juego por mandato no es juego, todo lo demás es una réplica por encargo de un juego. Cada juego tiene sus reglas propias que determinan lo que habrá de valer dentro del mundo provisional creado, las reglas del juego -de cada juego- son obligatorias y no permiten duda alguna. Hay una forma de juego especialmente enérgica, intensa y muy clara: la lucha. Tanto niños como perritos luchan para divertirse según reglas que limitan el empleo de la violencia. Y sin embargo los límites de lo permitido en el juego no pueden determinarse ni por el derramamiento de la sangre, ni siquiera por un golpe mortal. Para Scheins el juego es una forma de conducta diferente de la habitual, un modo particular de relación con el mundo. Jugar es establecer una relación abierta con un mundo abierto e ilimitado. Esta relación abierta que funda el juego con el mundo se percibe especialmente en el binomio chico-juguete. El cual puede ser cualquier objeto, si se los vacía de las determinaciones convencionales y los usará en beneficio del juego, por ejemplo; transformará sucesivamente la silla en infinitos objetos diferentes, la relacionará con otras cosas improvisando relaciones no convencionales entre ellas y creando, en suma, nuevos juguetes. Esta actividad fecunda y creadora, resultado de la relación abierta de los objetos, va acompañada siempre de un intenso goce. No hay juego sin reglas, hasta el más simple presenta la presencia de una ley al menos. Jugar es fundar un orden, o improvisarlo, o someterse gozosamente a él. Sin ese orden no hay juego, porque es lo que define y limita la libertad del jugador. Es lícito distinguir entre dos formas en que la libertad se manifiesta jugando: la absoluta, que se ejerce en el momento de tomar la decisión de jugar, y la condicionada por las reglas del juego. Cualquier auténtico juego es modelo de convivencia social. Aún los juegos competitivos de componentes violentos funcionan cargados de fuerza formativa. A través de éstos descargan agresividad pero no generan místicos de violencia ni despiertan instintos criminales, siempre que cumplan con las condiciones que son propias del juego: la soberanía de las reglas del juego limitadoras de la violencia y el respeto por el contrincante considerado un par o igual. Si estas reglas no están ausentes la lucha, lo bélico, aunque deje un magullón es positiva porque los pequeños jugadores se están entrenando sin saberlo en la convivencia democrática que no es otra cosa que aprender a compartir la patria-el campo de juego- con los que piensan diferente o esgrimen verdades distintas de las suyas. Para Fröebel, el juego es el mayor grado de desarrollo del niño pequeño, por ser la manifestación libre y espontánea del interior, exigida por el interior mismo según la significación propia de la voz “juego”. Definiendo éste al hombre, ya que es el testimonio de la inteligencia del hombre en este primer grado de la vida, y es por lo común el modelo y la imagen de la vida del hombre, de la vida interna, natural y misteriosa. Por lo que el juego original es el gozo, la libertad, la satisfacción, la paz consigo mismo y con el mundo, el juego es el fin y el origen de los mayores bienes. Es en la niñez, época en la que el niño vive jugando con tanto ardor y confianza, en que se desarrolla en el juego. Por lo que el juego debe ser mirado como cosa profundamente “significativa”. En definitiva Föebel reconoce en el juego algo de lo propiamente humano que si bien trasciende la infancia, se hace especialmente presente en ella. Toda la vida del hombre, hasta su muerte, tiene su origen en esta época del hombre-niño. Lejos de ser irreprochables, los juegos y ocupaciones del niño a menudo revelan instintos o inclinaciones perversas. El juego infantil revela parte la vida interior del niño, y por las predilecciones que indique con ocasión de sus recreos puede uno permitirse juzgar lo que aquél será más tarde. En los juegos que demanden mayor actividad, no sólo la fuerza física recibe alimento vivificante, sino también la fuerza intelectual. El niño con sus juegos con sus camaradas, con estos juegos en común, produce frutos utilísimos para la sociedad misma, pues ellos se manifiestan en el seno de la comunidad, de sus leyes y de sus exigencias. Toda educación, toda enseñanza, deben limitarse a proteger y a vigilar sin propósito previo ni sistema preconcebido. Y allí el juego cumple una función esencial, ya que el niño por naturaleza posee una inclinación hacia todo lo que es bueno, sin haberse desarrollado ni manifestado tales disposiciones. 

 VERÓNICA INÉS PONTNAU LIC. EN EDUCACIÓN INICIAL


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Comenio, Rousseau, Pestalozzi, Decroly, Montessori, Pedagogos que hicieron historia




En el 1600, época previa a Comenio, toda Europa estaba bajo el dominio de la religión; todo en el mundo se explicaba según la Biblia y el credo dirigía las vidas humanas. Cualquier desviación de estos preceptos equivalía a una herejía que se pagaba cruelmente. El camino de la instrucción también cruzaba a través de la religión.

Aportes de Comenio:
Su propuesta de reforma estaba íntimamente ligada con la búsqueda de una renovación moral, política y cristiana de la humanidad. Defendió la escuela para todos, señalando a las autoridades gubernamentales como responsables de su difusión y organización, alegando que la instrucción ayudaba a aumentar el bienestar de un país, así como también sus buenos modales.
Le costó cambiar los métodos tradicionales basados en el uso de golpes y violencia. Opinaba que el maestro primero debía conocer las cosas que enseñaba, y aprender a no avanzar mientras conocimientos básicos no estén firmes en la mente del alumno. Exigió que la educación primaria fuera obligatoria y en su pedagogía instauró el método que tenía como base los procesos naturales del aprendizaje: la inducción, la observación, los sentidos y la razón.


En el 1700, época previa a Rousseau, Francia atravesaba una época de crisis estructural económica y demográfica que aceleraron la génesis de la Revolución. Estaba instaurada la Monarquía, las desigualdades sociales y sus nefastos efectos sobre la familia y la persona.

Aportes de Rousseau:
Su propuesta tiene un interés no sólo pedagógico sino también político. Propone tanto una pedagogía de la política como una política de la pedagogía; Enunció las bases de una dialéctica entre pedagogía y política, entendida como un proceso integrador de la complejidad. En su pedagogía uno de los instrumentos principales es la educación natura: volver a unir naturaleza y humanidad.
La familia es vista como un reflejo del Estado, y la reforma de la Educación es la que posibilitaría una reforma del sistema político y social. Así la educación lograría crear una sociedad fundada en la familia, en el pueblo, en el soberano, la patria y el Estado.
De esta forma la educación no sólo cambiaría a las personas particulares sino también a toda la sociedad: se trata de educar al ciudadano para que éste conforme una nueva sociedad. El alumno aprende a hacerse hombre en contacto con su maestro y, por lo tanto, el maestro es siempre un modelo a seguir. Concibiendo al alumno como un niño, el cual es siempre bueno por naturaleza. En su concepto de libertad, el cual se encuentra implícito en el de contrato, al igual que el de libertad, Rousseau plantea que aquella es una cosa necesaria y significa ser amado y respetado por el alumno. Y la libertad es la autonomía de las personas, es bastarse por sí mismos, la cual seria el resultado de este contrato entre docente y alumno.

A fines de 1700 y principios de 1800, Pestalozzi, discípulo de Rousseau, propone una reforma completa de todas las instituciones de enseñanza para que propiciaran una educación más democrática. Su propuesta pedagógica no tiene fundamentos científicos, sino que surgen de la intuición de este autor. Perfeccionó los métodos de enseñanza de lectura, de lenguaje y de cálculo.
Su objetivo era una educación igualitaria, poder educar a gente marginada, integrando a los niños de es, confiando en las virtudes de la educación popular.casos recursos a la vida social, a través de la enseñanza de un oficio, pensando que sus propios alumnos serían los educadores del mañana.
Propone que el educador esté al servicio de las necesidades del alumno y no una figura autoritaria. Tiene una gran confianza en las capacidades del alumno


En los primeros años del siglo XX, se podría decir que se inicia la historia de la pedagogía y dos de sus grandes exponentes, contemporáneos ellos, son: Decroly en Bélgica y Montessori en Italia

La propuesta pedagógica de Decroly deriva de sus investigaciones psicológicas con niños “anormales”, a partir de sus hallazgos propone procedimientos de aprendizaje flexibles. , Es decir, debían adaptarse a todas las mentalidades, y para esto era necesario disponer de todo un cuerpo de conocimientos científico lo suficientemente avanzado como para justificar las aplicaciones pedagógicas.
Sigue el modelo positivista y racionalista basado en las ciencias biológicas, por lo que la Naturaleza adquiere real importancia.
Así, considera al alumno un ser biológico que se adapta evolutivamente a los cambios del entorno y, sugiere, que se le respete su originalidad como organismo.
En la adquisición del lenguaje, anota que para lograrlo la comprensión es muy importante pero sólo una etapa, y que resulta muy importante que las palabras acompañen a los hechos, y no que los precedan. Afirmó que el lenguaje se adquiere de manera no sistemática y con la ventaja de ser un procedimiento global. Para él la actividad globalizadora se ejerce espontáneamente y permite adquisiciones importantes como el lenguaje, el conocimiento sobre el medio material, vivo y social, así como la adaptación a una serie de formas de actividades.
Decroly piensa que la función social de la educación es educar para la vida, lo cual significa integrar al niño a su medio social y otorgarle las herramientas necesarias para solucionar las necesidades básicas.
A su vez piensa a la escuela como la institución más elevada, como un reducto aislado de su medio social, al cual considera como negativo y con consecuencias nefastas para el niño. Preocupándole el valor de la libertad y el modo de conciliar las libertades individuales con la colectiva.


Por su parte, la propuesta pedagógica de Montessori contiene dos tipos de metas: una social y otra pedagógica. Tiene fundamentos científicos, específicamente fisiológicos y parte del supuesto que conocimiento se basa en la información sensorial. Así, el diseño del material educativo es la base formadora del sistema montessoriano.
Señala la autora que el desarrollo del niño no se logra de manera lineal y regular, sino por etapas a través de las cuales el niño revela una sensibilidad particular. Bajo esta propuesta la educación tiene como principal objetivo enseñar a los niños a ase r personas autónomas, satisfaciendo las tres necesidades fundamentales del niño: de afecto, de seguridad, y de actividad.
En estas escuelas rige el principio de la autoeducación, teniendo importancia el papel y la intervención del maestro, para la educación moral del mismo, la cual no le resuelve los problemas sino que permite conducirlo a la independencia. Por ello la libertad es la principal noción de su propuesta educativa, criticando la sobreprotección adulta hacia los niños como un obstáculo para la educación liberadora. Considerando a su vez que la disciplina y el orden no son opuestos a la libertad, sino complemento de ésta. Interviniendo la autoridad del adulto en la educación moral. Considera la paz no sólo un objeto de la educación sino también objeto de “la formación” del hombre.
Hay por lo tanto una concepción idealista del niño, como ser espiritual y de naturaleza divina.
A su vez detrás de la gran confianza puesta en la educación, el niño es considerado como un ser moldeable, en donde el medio escolar condiciona el desarrollo intelectual de los niños.
Montessori al proponer “educar los sentidos” daba una importancia central al ambiente escolar ya que de él el niño recibe sensaciones, placeres, dolores, etc.



VERÓNICA INÉS PONTNAU

LIC. EN EDUCACIÓN INICIAL

JUEGOS MATEMÁTICOS: SERIE NUMÉRICA E IMANES

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